en la medida de lo posible. Con esto quiero decir que no pueden escaquearse diciendo: “Somos cristianos, así que esta no es nuestra batalla. Iniciaremos una campaña de desobediencia civil porque nosotros no luchamos.” ¡No, no pueden decir eso! Los cristianos no participan en guerras de agresión, pero es su deber como ciudadanos participar en una guerra destinada a frenar la agresión y castigar el mal y mantenerlo dentro de unos límites. El pacifismo es una herejía, no es una enseñanza del cristianismo.